JAIME LÓPEZ-AMOR HERRERO

Candidato a Decano del COAM.

Estimados compañeros, os dirijo estas breves palabras con motivo de la presentación de mi candidatura a Decano en las próximas elecciones del Colegio. 

He aceptado este reto tras la petición de un numeroso grupo de vosotros, quienes habéis entendido que la situación actual de la profesión requería de un arquitecto con un dilatado recorrido, profesional y colegial al frente de la Institución que nos acoge. No en vano, no es una situación novedosa para mí, pues muchos sabéis de mi estrecha vinculación con la vida colegial durante mi trayectoria profesional. 

Mi vida ha venido marcada por dos vocaciones, el deporte y la arquitectura. 

Al deporte le debo el haberme formado como persona al incorporarme al mundo del atletismo con 14 años. Y, con independencia de los títulos que pude acumular como deportista, aprendí que nada se consigue sin esfuerzo y que el triunfo es relativo si no se sabe asimilar. No se es mejor deportista por obtener muchos éxitos, sino por la forma de entender la vida bajo esas premisas. Esta actividad la sigo manteniendo hasta el día de hoy. 

En el ámbito profesional, y después de analizar con serenidad la sorpresa inicial de la propuesta, manifestaros que es para mí un orgullo la confianza depositada por mis propios compañeros. Me da la oportunidad de aportar al Colegio la experiencia acumulada durante una dilatada trayectoria que partió de cero años atrás. En mi caso, ha sido y sigue siendo el ámbito del ejercicio libre de la profesión en las áreas de la arquitectura y el urbanismo. 

Durante toda mi carrera me he esforzado por ofrecer a la sociedad lo que en cada momento demandaba como consecuencia de su evolución, paralela a la de nuestra disciplina. Para ello, he contado siempre con excelentes colaboradores, arquitectos o expertos de otras áreas, compañeros todos de los que tengo mis mejores recuerdos y que me han ayudado a cumplir mi objetivo, ser el mejor profesional en cada encargo recibido. 

Y con esa misma fuerza y esa ilusión encaro este desafío para el que espero contar con vuestro apoyo. 

No os quepa duda de que, junto al grupo de arquitectos que me acompañan en este proyecto, trabajaré por resolver las necesidades actuales de nuestro querido Colegio y de nuestra profesión, que no son pocas.